Carl F. Bucherer encargó al renombrado fotógrafo de naturaleza, Hannes Becker, que capturara la esencia de cada uno de los cinco colores de estos nuevos relojes en un escenario relajante y apacible, en Suiza.

Hannes Becker es un fotógrafo autónomo especializado en el campo de la aventura y el paisaje. Criado en la Alemania rural, su estilo fotográfico estuvo en un primer momento influenciado por su entorno. En la actualidad, se inspira en el salvaje norte de Alemania y a menudo se desplaza a lugares lejanos.

Para inspirar al espectador y mostrar sus experiencias de forma realista, no solo documenta sus viajes, sino que hace que parte de su interpretación personal cobre vida en sus fotografías al enfatizar la composición y la luz.

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¿Qué importancia tiene el tiempo a la hora de tomar la fotografía perfecta?

Se puede hacer una gran fotografía en cinco minutos o en una semana. Las condiciones climáticas y lumínicas influyen mucho. Básicamente, la luz es uno de los factores más importantes en la fotografía de paisajes, además de la suerte. Con la experiencia que he ido acumulando durante los últimos diez años, de vez en cuando consigo hacer una fotografía buena. (ríe)

¿A qué hora consigues sacar las mejores fotografías?

Me gusta apostarme con la cámara una hora antes o después del amanecer y de la puesta de sol. A mediodía también es un buen momento para tomar fotografías bonitas si hay una interesante formación de nubes.

¿Cómo pasas el rato mientras esperas al momento adecuado?

Si las condiciones climáticas no acompañan, edito otras imágenes, interactúo con mis clientes o mi comunidad en las redes sociales o planifico mis próximas sesiones fotográficas. Nunca me aburro.

Fotografiaste el Manero Flyback de Carl F. Bucherer en diferentes lugares de Suiza. ¿Qué fue lo más emocionante de este encargo?

Hacía tiempo que no visitaba Suiza. Mis proyectos personales y profesionales me habían llevado al norte de Europa, pero al principio de mi carrera como fotógrafo iba mucho a los Alpes. Fue especial regresar al lugar en el que empezó todo.

¿Qué retos te encontraste trabajando para Carl F. Bucherer?

Básicamente, siempre es un reto trabajar en lugares a los que puede acceder todo el mundo y que ya se han fotografiado mucho. Por eso es aún más importante capturar la perspectiva personal de cada uno para poder crear aun así algo que sea único.

¿Cómo escogiste los lugares?

Pensé en cada uno de los cinco colores. Algunos lugares eran más obvios que otros. El paisaje de Suiza tiene una diversidad inigualable, y eso hacía el trabajo especialmente estimulante. Además, conseguimos que nuestra huella ecológica fuera muy pequeña. No hay que olvidar que Carl F. Bucherer tiene su sede en Suiza, por lo que me parece buena idea que todas las fotografías de los relojes Manero Flyback de 40 mm se tomaran a una distancia razonable del sitio en el que se crearon.

¿En qué regiones de Suiza te inspiraste para cada uno de los colores?

En primer lugar, el verde es un color muy común en Suiza. Pero en el corazón de este país se encuentra un paisaje único y tranquilo: el valle Emmental. Un pequeño paraíso verde con prados rebosantes de flores silvestres, valles profundos, acogedoras cabañas y bosques exuberantes.

Dar con el rojo adecuado fue más complicado. Al final, decidí centrarme en la luz de la puesta de sol. Cuando concluye el día, se crea un resplandor alpino mágico que colorea las enormes montañas de la región del Oberland bernés con tonos rojos intensos.

¿Cómo tomaste las imágenes azules?

A primera hora de la mañana, antes incluso de que el sol se eleve por encima de las montañas, el lago muestra una paleta impresionante de tonos azules mezclados. Cuando la brisa riza suavemente el agua de color azul oscuro del lago, reina una sensación de calma. Aquí aparecen perfectamente todos los matices de azul posibles. Se crea una atmósfera que invita a la meditación.

¿Fueron los colores blanco y negro un desafío?

La gente asocia el blanco con la nieve de Suiza. Para capturar el blanco en verano tenía que subir a lo alto de las montañas. El antiguo paisaje del glaciar Aletsch es impresionante. Un símbolo. Se trata del glaciar más grande de Suiza, y quería destacar este frágil milagro de la naturaleza.

El color negro fue un reto interesante pero gratificante. Suiza tiene cumbres y cordilleras áridas espectaculares. Cuando las tormentas pasan sobre ellas, se crea una atmósfera amenazante que refleja la aspereza de las oscuras vertientes rocosas que hay debajo. En las zonas en que los glaciares en su tiempo fueron tallando su camino entre las rocas, la región de Grimsel se caracteriza por un paisaje impresionante. Me permitió capturar una interacción de colores, contornos, luz y oscuridad.

Mi objetivo era integrar cada uno de los distintos relojes en un mundo de color coherente y que, al mismo tiempo, casara bien con la serie. Nunca había trabajado en un proyecto que me exigiera centrarme tanto en los colores o, más bien, en mundos cromáticos.

¿Qué fue especial de este viaje por Suiza

Lo que hace que Suiza sea tan diferente del resto de países: la vida en las cabañas de las montañas. Conoces a personas y personalidades distintas. Crea una sensación de confort particular.